“ORGANIZACIÓN Y PLANIFICACIÓN DE LA EMPRESA”
Uno
de los aspectos claves para el correcto funcionamiento de las empresas es la
forma en que se organiza cada una de las compañías. La organización de la
empresa se centra en la estructura y los modos de actuación para conseguir que
la empresa logre los objetivos empresariales que se plantea. Cuando nos
disponemos a crear una empresa, es imprescindible definir cuál va a ser la
forma en que se organiza la empresa para que todos sus componentes sepan cuál
debe ser el funcionamiento correcto, las funciones que le corresponden, las
responsabilidades y las jerarquías.
Tipos de organización empresarial
El sistema de organización de la empresa se puede clasificar en función de una serie de elementos, como son la condición jurídica, el tamaño, actividad económica, origen del capital o sector de la economía, entre otros. Las clases de organización empresarial suponen el eje de la actividad económica de la mayor parte de las entidades. Es uno de los factores por los cuales la actividad humana se sostiene, ya que la compañía consigue satisfacer las necesidades de los individuos. Ninguna empresa se estructura por sí misma, ya que exige la participación de distintos actores para poder ser gestionada. Esta gestión aclara el tipo de organización que se está formando y las características más importantes.
Modelos de organización empresarial
Para
entender un poco mejor la estructura de los negocios a continuación te
mostramos una clasificación de los tipos de organización de las empresas:
Según la forma jurídica
Encontramos
diferentes modelos de empresas según la forma jurídica que se elija:
Comanditarias:
se tratan de las entidades empresariales que disponen de dos clases distintas
de socios. Unos participan en la gestión del negocio y cuentan con
responsabilidad completa, mientras que los otros no tienen presencia en la
gestión y su responsabilidad depende del capital que aporten.
Cooperativa:
consisten en organizaciones de empresas que no cuentan con fines lucrativos y
que pretenden obtener el bienestar de sus miembros.
Sociedad
colectiva: es una clase de organización que pertenece a más de un individuo.
Los socios de esta empresa tienen que responder de manera ilimitada con su
patrimonio.
Sociedad
anónima: la responsabilidad se limita al patrimonio proporcionado. Los dueños
de la empresa son aquellos que adquirieron los títulos o acciones de la
compañía.
Sociedad
de responsabilidad limitada: este modelo de empresa tiene lugar cuando los
socios se hacen responsables de responder solo con el capital aportado y no con
el patrimonio personal.
Según el tamaño
En
referencia al tamaño de la organización podemos encontrar:
Microempresa:
compañía que dispone de menos de 10 trabajadores. La facturación suele ser
reducida y dispone de un escaso desarrollo tecnológico.
Pequeña
empresa: el número de trabajadores de estas compañías oscila entre los 11 y los
49.
Mediana
empresa: este tipo de entidades disponen de un mínimo de 50 trabajadores y un
máximo de 250.
Gran empresa: dan empleo a más de 250 personas. Disponen de instalaciones propias y con ventas elevadas.
Sector de la economía
Podemos
diferenciar varios grupos dependiendo del sector en el que nos encontremos:
Sector
primario: estas compañías se dedican sobre todo a la extracción de materias
primas. Emplean herramientas y sistemas técnicos más bien básicos.
Sector
secundario: se dedican principalmente a la transformación de las materias
primas obtenidas por las compañías del sector primario.
Sector
terciario: además de las tareas físicas, también se ocupan a la ejecución de
actividades intelectuales y al desarrollo tecnológico. También conocido como
sector servicios.
En función del origen del capital
En
relación a la procedencia del capital que permite a las actividades varias
clases de organizaciones:
Públicas:
estas clases de organización empresarial dependen sobre todo del capital del
Estado y de las instituciones públicas para poder subsistir.
Privadas:
el capital que recibe procede de individuos o entidades particulares, sin que
haya presencia de ayudas de los órganos públicos.
Mixtas:
dependen tanto de las aportaciones del estado como de entidades particulares.
Según la interacción de los miembros
Si
atendemos al modo en que interacción las organizaciones podemos encontrar dos
tipos de organización:
Formal:
se tratan de organizaciones empresariales muy bien estructuradas, en donde la
forma de interactuar los individuos está regulada de manera legítima. Cuenta
con unos departamentos, roles y estructura jerárquica muy bien definida. Se
trata de un modelo de organización estática y de carácter conservador, en donde
los participantes aceptan el funcionamiento de acuerdo a una serie de normas
existentes.
Informal:
la dinámica en este tipo de negocios resulta más flexible. Las relaciones
interpersonales y los comportamientos entre las personas resultan más abiertas.
Se encuentran en constante proceso de evolución. Sus componentes suelen ser
jóvenes creativos cuya actitud se regula en función de unos acuerdos generales.
¿Qué es necesario para una correcta
organización de la empresa?
Para
conseguir que la organización de una empresa se disponga de forma efectiva
debemos tener una visión holística de la empresa, es decir, ver la empresa como
un todo y no como la suma de las partes. Debemos saber cuáles son todos los
recursos de los que disponemos y organizarlos de forma que consigamos el mayor
rendimiento con los menores recursos posibles. De esta forma, podremos realizar
nuestra actividad y obtener los mayores beneficios. No solo debemos pensar en
los recursos humanos, sino también en los materiales, los financieros y todo lo
que dispongamos para integrarlos en una estructura organizativa que nos permita
obtener una competitividad empresarial lo más alta posible.
Para
definir la estructura será fundamental realizar el organigrama de la empresa
donde se definirán las funciones y responsabilidades de cada uno de los
empleados de la compañía. Es imprescindible que todos los componentes de la
organización conozcan este organigrama para saber los roles de cada trabajador
y a quién deben dirigirse en cada momento.
Planificación
Consiste
en la elaboración de un plan a partir de un análisis exhaustivo de la situación
de la empresa y de su entorno, en función del cual se establecerán los
objetivos y la estrategia más apropiada para alcanzar el éxito.
Plan para desarrollar en una empresa
Análisis
previo de la situación de la empresa y de su entorno.
Desarrollo
del plan.
Implementación
del plan.
Seguimiento
y control del plan.
Etapas del Proceso de Planificación
de la Empresa
1.
Diagnóstico de la situación: deberemos llevar a cabo un exhaustivo análisis
interno de la empresa y externo de su entorno para diagnosticar la situación
actual en la que se encuentra.
2.
Fijación de objetivos: deberemos determinar tanto los objetivos principales
como los secundarios y cuantificarlos. Los objetivos deben ser coherentes,
medibles en el tiempo, alcanzables, aceptados por todos los implicados,
flexibles a cambios del entorno, jerarquizados y fáciles de comprender.
3.
Establecimiento de premisas: establecer una serie de suposiciones lógicas sobre
la situación de la empresa, tanto a nivel interno como externo. Se trata de
hacer una previsión sobre lo que ocurrirá con aquellas variables no
controlables por la empresa y, que, de alguna forma, pueden afectar a la
consecución de los objetivos. La finalidad es tener preparadas todas las
alternativas posibles.
4.
Determinación de líneas de acción: deberemos pensar también en las estrategias.
Determinaremos las vías de actuación principales y alternativas que
consideremos óptimas para alcanzar los objetivos fijados.
5.
Evaluación de las líneas de acción: deberemos analizar las fortalezas y las
debilidades de cada una de las estrategias identificadas para saber con qué
contamos y qué debemos tener en cuenta.
6.
Elección de una línea de acción: deberemos elegir el conjunto de estrategias y
alternativas que nos proporcionen mayores garantías de éxito.
7.
Elaboración de planes derivados: deberemos desarrollar una serie de planes
anexos que sustenten el plan general y que regulen las diferentes acciones por
grupos de actividad.
8.
Presupuesto: por último, deberemos cuantificar el plan en unidades monetarias.
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